Alarte: Censures, amenases i ocultisme

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Jorge Velandia
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Valencia 2008- Los políticos se quejan muchas veces de la ética periodística, así que el hecho de que un periodista quiera contrastar la información antes de publicarla debería ser de agradecer, más aún cuando se trata de un posible escándalo de corrupción. Pues no es así. Ayer fui al ayuntamiento de Alaquas, Valencia, a contrastar información sobre el alcalde, el Sr. Jorge Alarte, que se postula como Secretario General del Partido Socialista del País Valenciano. Tuve la suerte de encontrármelo en la escalera y poder hablarle sin intermediarios, pero no pasé de la primera cuestión cuando el hombre se puso muy nervioso empezando a decir todo tipo de barbaridades sobre mi trabajo de camino a su despacho, para terminar echándome de “su ayuntamiento” con la amenaza de querellas judiciales si continuaba preguntando sobre “ese tema” y la de llamar a la policía para hacerme detener. Sorprendido por la reacción, subí a la oficina del Gabinete de Prensa para intentar contrastar ahí la información, pero a los pocos segundos se presentó el alcalde, nervioso y alterado, que a gritos le ordenó al jefe de prensa que a mí “no se me diera ninguna información”. Acto seguido me dijo que o me marchaba del ayuntamiento o le ordenaría a la policía que me detuvieran. Me tuve que marchar. El alcalde llevaba puesto un elegante traje amarillento al estilo Oscar Wilde, aunque por un segundo me pareció un negro uniforme al estilo alemán de los años cuarenta.

Pero ¿por qué se puso tan nervioso? ¿Por qué dijo que le estaba acusando de un “delito”? ¿Por qué usó la palabra “delito”? Yo nunca la usé, jamás mencioné la palabra fraude ni le pregunté por ningún asunto ilegal… ¿De qué tenía tanto miedo? Solo quise averiguar si el rumor de que a su familia le había tocado la lotería en dos ocasiones era cierto, justificando así los ingresos con los que hicieron ciertas inversiones inmobiliarias.
Pero el simple hecho de preguntar es, según Alarte, acusarle de un delito. Tengo prohibido preguntar. Una actitud ejemplar y democrática para un servidor público.

Supuestamente, sus familiares directos tuvieron suerte, solo eso. La suerte de realizar cierta compraventa de terrenos recalificados justo cuando se iban a realizar en ellos las obras de construcción de, por ejemplo, un centro comercial en la zona de Bonaire. Quizá debería haber comprobado de quién era el terreno donde hoy se encuentra la macrotienda “Brico-depot” antes de ir a preguntárselo al Alcalde. Error mío.

Si todo lo que se dice en Alaquas es cierto, la familia de Alarte es una familia con suerte en los negocios, desde un bar hasta los asuntos inmobiliarios, además de la carrera política de Jorge que es sin duda la joya de la corona. El hermano del Alcalde también ha prosperado mucho con un servicio de grúas que es casualmente el que utiliza el ayuntamiento. Intentamos contrastar también esta información y en la empresa nos dijeron que no, que jamás trabajarían en Alaquas, limitándose a los ayuntamientos de las poblaciones de alrededor. Lo curioso es que en ese mismo momento el hermano del alcalde (supuestamente) metía con la grúa un vehículo en el garaje de la policía municipal de Alaquas.

Cómo me hubiera gustado poder preguntarle al alcalde sobre estos temas, pero… su única respuesta ha sido echarme de lo que él llama “su ayuntamiento” y en verdad lo lleva como si fuera de su propiedad, excepto por el hecho de que casi nunca está. Desde que quiere ser Secretario General del PSPV pasa más tiempo en Valencia, diseñando sus estrategias y afilando los cuchillos, que resolviendo por ejemplo la terrible deuda que arrastra este municipio que asciende día tras día. Dicen que está casi en los 26 millones de euros contando otro crédito recién otorgado.

No entiendo cómo este alcalde pretende ser líder de una oposición que señala con el dedo las deudas municipales ajenas.

Según Alarte no hay deuda, solo préstamos para realizar más obras públicas. Eufemismos. Hay personas que han trabajado para el ayuntamiento y que llevan años queriendo cobrar, recibiendo como excusa que están en la ruina. ¿En qué quedamos? ¿Hay o no hay dinero? Si hay dinero entonces están engañando a esta gente, y si no lo hay estarán engañando a todos los demás.

Pla reconoció en Alarte un peligro inminente y trató de alejarle de su camino ofreciéndole un puesto en Madrid, pero no pudo. Alarte tenía ambiciones fijas y no eran negociables. Poco después el obstáculo de Pla desapareció por culpa de un escándalo que alguien filtró a la prensa sobre unas reformas realizadas en su casa. Algunos dedos señalaron a Alarte como la mano negra que movió los hilos. Lo único que puedo afirmar es que Alarte sonreía alegremente en la puerta del PSPV el día que Pla dimitió, al menos hasta que me acerqué a preguntarle por qué estaba tan contento. Le cambió el rostro. Se dio la vuelta y se marchó sin contestar.

¿Es esa la alternativa que ofrece la "izquierda"? ¿La alternativa socialista para Valencia? Alaquas ha de ser un digno ejemplo para el PSOE o al menos eso debe pensar Leire Pajín, Secretaria de Estado de Cooperación Internacional y miembro de la Ejecutiva Federal del PSOE que a su vez es socia en la carrera hacia las alturas de Alarte. Quizá quieran que los cuchillos en la espalda y las piedras lanzadas por manos escondidas sea la línea a seguir, algo que en política tampoco sería extraño.

¿Deben los votantes del PSOE aceptar y resignarse con un elemento negativo, simplemente porque es del partido? ¿Se debe defender cualquier actitud por negra que sea, de cualquier alcalde, sólo por que es socialista? La democracia y la libertad tienen curiosas barreras.

El caso es que me quedé con las ganas de preguntarle al alcalde sobre tantos y tantos asuntos… No pude preguntarle sobre las sospechas en la compra-venta de terrenos, o sobre el curioso asunto del monumento a la entrada del pueblo, un mazacote retorcido que costó 50 millones de la época y por el que los ciudadanos de Alaquas deben pagar miles de euros en concepto de alquiler todos los meses, ya que lo levantaron por error (¿por error?) en terreno propiedad de un municipio colindante. Un ejemplo de ahorro presupuestal en un ayuntamiento endeudado. Preguntarle por qué hay mujeres maltratadas en Alaquas que llevan más de un año esperando que las reciba y a las que ignora por completo. Preguntarle por el futuro polideportivo que se construirá con dinero público pero que será de pago, según el contrato de la empresa designada para su gestión. Preguntarle también por los arrendatarios del Mercado, hoy en pie de guerra contra las órdenes dictadas desde el ayuntamiento, y que puede llegar a ser dentro de poco el primer mercado que desaparezca en la Comunidad Valenciana. Y ya en el tema, me hubiera gustado aclarar el rumor de cierta relación sospechosa de su concejal (el mismo que quiere derribar el mercado) con el supermercado Consum… O las polémicas plazas de garaje a precios astronómicos, gestionados también por empresas privadas pero construidos con dinero público. En fin, la lista de dudas es interminable. Ojalá hubiera tenido tiempo de hablar de todo esto con el alcalde, con su jefe de gabinete o con cualquiera, aunque solo fuera para disipar las sombras, pero por lo visto eso es ya imposible. El Alcalde me echa, sacude las manos y se queda tan ancho. Resuelto el problema. Ese es ya su conocido estilo.

Si este señor llega a ser Secretario General del PSPV ¿expulsará de la sede del partido a todo periodista que no le acaricie los oídos? ¿Vetará a los medios que no hablen bien de él? ¿Es esa la política que desea la Sra. Pajín para el resto del partido?

Espero que Alarte no sea el ejemplo de político que prepara el PSOE para su futuro porque si es así, el partido estaría sembrando sal. Ojalá tomen buena nota de todo esto en sus congresos.

Seguro que Alarte sueña, como tantos otros políticos dispuestos a crecer cual trepadoras agresivas por encima de muros y paredes, con llegar a presidente de la nación. Me pregunto qué actitud tendría con la prensa una vez alcanzado el trono. Si ahora, siendo un simple alcalde se cree la reina de Inglaterra... Los delirios de grandeza son comunes a izquierdas y derechas, y el alma de dictador no va en el uniforme. Habrá que cuidarse de los lobos disfrazados de corderos.